California Destruida, el Éxito del Progresismo
OPINIÓN | 6 Jul 2018
En 1542, Juan Rodríguez Cabrillo fue comisionado por Pedro de Alvarado y apoyado por Antonio de Mendoza y Pacheco, primer virrey de la Nueva España, para explorar el Pacífico Norte, la península de Baja California y el Golfo de California o Mar de Cortés, que habían sido descubiertos recientemente y explorados por Francisco de Ulloa, Fernando de Alarcón, Juan de Fuca y Domingo del Castillo.
Con esos viajes se había demostrado que la península de Baja California no era una isla, sino que estaba unida a tierra firme y rodeada de agua por un golfo (el de California) y la Mar del Sur (océano Pacífico).
El fraile español Fray Junipero Serra fundo la primera misión católica en 1769 en el área de San Diego. Luego, con el apoyo de una pequeña fuerza militar, estableció otras misiones en San Carlos de Monterrey y la bahía de San Francisco.
Cuando México obtuvo su independencia, California era una las tres provincias que este país tenía al norte del Rio Grande. La política anti clerical del gobierno mexicano pronto acabo con las misiones, y muchos lugares fueron abandonados. Las misiones que eran un elemento de cohesión de los “californios” ya no existían más.
El tratado de Guadalupe obligo al gobierno mexicano en 1848 a ceder sus provincias interiores (California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas y partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma). California se convirtió en Estado en 1850, y desde entonces su historia ha sido vital para la costa del Pacifico.
El éxito de California se debe, en gran medida, a la migración de una gran cantidad de grupos étnicos, nacionales y religiosos: desde mexicanos e irlandeses, hasta chinos y australianos. Pero toda gente procedente de las más diversas raíces, tarde o temprano, acabó asimilando la cultura americana.
El profesor de historia medieval de la Universidad Estatal de California Bruce S. Thornton, cuenta Sobre el Valle de San Joaquín, lugar de su nacimiento y tierna infancia, que asimilarse no era renegar de la cultura de origen, las comunidades compartían celebraciones religiosas y fiestas nacionales. Pero, más allá de la nostalgia inevitable por la tierra de origen, todos entendían que esa cultura de alguna manera les había fallado. Y ahora, todos aceptaban que eran americanos y si alguno de los principios centrales de los Estados Unidos como los derechos individuales, la libertad de expresión, el imperio de la ley o la tolerancia religiosa iba a chocar con los principios de su cultura, los segundos deberían ser cambiados.
La izquierda entendía muy bien los valores estadounidenses. Comprendía también que para acabar con el coloso del norte tenía que acabar con esos valores culturales y para acabar con su cultura que mejor que la dialéctica marxista. La pregunta es ¿Cómo aplicar dialéctica marxista en un país donde los obreros vivían mejor que la Unión Soviética? Fácil, la adaptaron, ahora los conflictos serian de género, de religión y de grupos étnicos.
El Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán (MEChA) es una organización dedicada a promover el activismo político en California y otros estados del suroeste americano. Entre sus objetivos están la recuperación de la identidad “Chicana”, y la reconstrucción del Reino de Aztlán, un reinado indígena anterior a la llegada del hombre blanco. Demuestran un rechazo a los símbolos patrios americanos, el 12 de Octubre y la llegada de Colon. Su verdadera meta es debilitar las instituciones políticas e influir en el currículo escolar. Obviamente, son los principales activistas de la anti asimilación. En realidad es la misma verborrea anti occidental que usan Evo Morales, Álvaro García Linera o Rafael Correa, todos paladines del socialismo del siglo XXI.
La Ley SB 48, patrocinada por el demócrata Mark Leno de San Francisco, que exige la enseñanza de la cultura México – americana, además de los dogmas de los colectivos LGTB, es quizás el mayor éxito de MEChA.
Pero MEChA no es el único grupo promotor del marxismo cultural. La izquierda incluso ha penetrado en las instituciones judiciales. El Fiscal General de California y miembro del partido Demócrata, Xavier Becerra, es un activista de las leyes “antidiscriminación”, eufemismo para criminalizar la actividad de las iglesias. Para Becerra, la familia es una institución “opresora” y transmisora del “machismo”, por lógica, es mejor que los niños sean criados por homosexuales o lesbianas.
Gracias a toda la campaña de destrucción de los Demócratas, la otrora hermosa California está convertida en un muladar. Los migrantes ilegales son, en su mayoría, delincuentes ligados al narcotráfico y el crimen organizado. Y los cristianos tienen muy limitada su libertad. Lastimosamente, California no es un caso aislado, la izquierda quiere destruir toda la sociedad norteamericana.
¿Se entendió las razones para apuntalar la gestión de Donald Trump? El triunfo del multimillonario es el triunfo de los americanos que aman su país, gente de orden, paz y trabajo. Como miembro del Comité Pro América espero desde el fondo de mi corazón que el presidente Trump pueda hacer nuevamente grande a los EEUU.
/*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA/
Fuente: VISOR BOLIVIA