El Fracaso Cultural de América Latina
OPINIÓN | 27 Jul 2018
Admiro a los Estados Unidos de Norte América desde que tengo uso de razón. Creo que esa admiración es el resultado de las largas charlas con mi abuela Marcelina Villarroel Cadima, una amante del orden, la paz y el trabajo. Siempre me hice las mismas preguntas ¿Por qué el norte de nuestro continente es rico? ¿Cuáles son las causas para que el sur sea pobre?
Con los años encontré la respuesta, el secreto es la cultura.
La revolución estadounidense fue profundamente cristiana. E inspirada en los trabajos de brillantes personajes como el teólogo Francis Hutcheson, el economista Adam Smith y el filósofo David Hume. Fue éste ultimo que declaró: “si los hombres fueran generosos y la naturaleza pródiga, la justicia no tendría razón de ser. La naturaleza humana es inmodificable, si queremos cambiar los comportamientos debemos cambiar las circunstancias”. Esa circunstancia no es otra cosa que el sistema político que se deriva de la concepción ética del hombre como es, y no del falso presupuesto del hombre como debe ser.
Esas fueron las ideas que inspiraron a los “founding fathers” cuando redactaron la constitución estadounidense en 1787. Los constituyentes americanos diseñaron una república y no una democracia. Sabían muy bien, que las democracias son un camino para la tiranía de las mayorías, el gobierno de las pandillas decía Thomas Jefferson.
En éste lado del continente, y con salvadas excepciones, nuestros procesos independentistas fueron guiados por personajes jacobinos. Por ejemplo Simón Bolívar dijo: “En América debe gobernar un monarca con el nombre de presidente”. Para llegar a esa conclusión en una carta al Gobernador de Barinas escribió: “Jamás la división del poder ha establecido y perpetuado gobiernos, solo su concentración ha infundido respeto para una nación, y yo no he liberado a Venezuela sino para realizar este mismo sistema”.
El mismo Bolívar usando un pretexto burdo para deshacerse de Francisco de Miranda, el hombre más destacado de su tiempo. Un patriota admirador de la ilustración escocesa y la revolución americana. Visiones que chocaban de frente con el iluminismo jacobino de Bolívar.
El filósofo Armando Ribas, en varios de sus brillantes trabajos, muestra que América Latina siempre fue presa de caudillos folklóricos que diseñaron un sistema político eficiente para ellos, pero fatal para la gente de a pie. Ni Evo Morales ni Rafael Correa y mucho menos Hugo Chávez son verdaderos políticos. Son solo las versiones actualizadas de los viejos caudillos.
Durante las décadas de los 80 y los 90 nos vendieron la democracia como la pomada milagrosa. El mejor camino para alcanzar economías prosperas y desarrollo social. En realidad nos estafaron. La democracia solo sirvió para que las “elites herméticas” (brillante concepto de Yorbis Esparrogoza) monopolizaran la acción política. En síntesis, el latinoamericano debe decidir entre socialismo de diferentes tonos.
¿Qué necesita América Latina? Un proceso político que le devuelva a la gente las funciones, poderes y recursos que el estatismo siempre le quito, una devolución y no una revolución. Proceso político que solo puede ser conducido por una fuerza de derecha. Ya es hora de dejar las ambigüedades y el centrismo ingenuo.
//*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA//
Fuente: VISOR BOLIVIA