Los Padres Fundadores de EEUU y sus Lecciones para América Latina
OPINIÓN | 19 Oct 2018
Soy orgulloso de nuestra herencia hispana. El derecho romano, el hermoso castellano, la filosofía griega y mucha cultura europea llegaron a nuestras tierras gracias a Colón y los españoles.
La izquierda, en su afán de reescribir la historia, presenta la Colonia como la llegada de unos salvajes que vinieron a destruir la hermosa cultura nativa, obviando que los pueblos originarios sacrificaban niños, usaban taparrabos y se mataban unos a otros; pero bueno, para la izquierda el salvajismo es sinónimo de progreso.
A comienzos del siglo XVI Norteamérica era más pobre, en términos relativos, que Sudamérica. Boston, Filadelfia y Nueva York eran pequeños poblados, mientras que las grandes ciudades hispanas, tenían catedrales y universidades, por ejemplo: La Universidad Mayor de San Marcos fundada en Lima en 1551. Entonces ¿Por qué después de la independencia las dos Américas siguieron rutas tan distintas?
La independencia Latinoamericana fue guiada por “caudillos” personalistas como Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, Antonio José de Sucre o José Francisco de San Martin, entre muchos otros, hombres que establecieron gobiernos arbitrarios, estatistas y sin frenos ni contrapesos constitucionales al abuso de poder, lo contrario de la protección de los derechos individuales.
Por su parte, los “Founding Fathers”, influenciados por la teología protestante y la filosofía política de la ilustración escocesa, establecieron una república con gobiernos limitados, mercados libres y propiedad privada, es decir, la soberanía del individuo sobre el colectivo.
James Madison, Thomas Jefferson y Thomas Paine son tres de los arquitectos de la nación estadounidense, veamos algunos de sus aportes.
James Madison, conocido como el arquitecto de la Constitución de los EEUU, desconfiaba de las formas puras de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia, porque los monarquía pueden convertirse en tiranía, la aristocracia en un oligarquía abusiva y la democracia en el gobierno de las pandillas. Madison, basado en sus estudios de Polibio, estableció en la constitución un Gobierno Limitado, una República Constitucional Representativa, con pesos y contrapesos, con chequeos y balances, con el fin de preservar la vida, la propiedad y la libertad de cada individuo y tener una unión perfecta entre los Estados miembros de la unión.
Thomas Jefferson, amigo y maestro de James Madison, apoyó la separación de la iglesia y el Estado y fue el autor del Estatuto de Libertad Religiosa de Virginia, fue responsable de abolir leyes como el mayorazgo (herencia solo para el hijo mayor) y la reforma del código penal de Virginia. En 1801 enfrentó la “barbary Coast War”, el primer conflicto armado de un país occidental con el mundo islámico. Marruecos, Argelia y Túnez atacaban embarcaciones americanas solo por ser parte de un país “infiel”.
Thomas Paine fue el gran divulgador del espíritu de la independencia americana, con un estilo directo, usando muchos pasajes bíblicos y renunciando al latín y al lenguaje filosófico conectó la fe protestante y la identidad americana, hasta el nombre de su folleto es revolucionario “Sentido Común”. El folleto fue una de las fuentes de inspiración para la redacción de la Declaración de Independencia.
Los latinoamericanos tenemos tres grandes lecciones que aprender de estos padres fundadores. Primero, la democracia no es garantía de libertad. Segundo, los individuos, y no el gobierno, son los que hace grande a una nación. Y tercero, con un buen marketing político, las ideas de gobiernos limitados, mercados libres y propiedad privada pueden ser posicionadas en la arena política.
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//*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA//
Fuente: VISOR BOLIVIA