Sociedades liquidas y esclavitud
A diferencia de épocas anteriores, el total de nuestra vida social se mueve en principios éticos débiles y relaciones humanas inestables. Eso que Zygmunt Bauman, profesor de sociología de la Universidad de Leeds, llamó Sociedad liquida. Un término que me parece certero, porque ahora muchos se mueven como pez en el agua -algunas veces arriba, otras abajo, a la derecha o la izquierda, sólo donde el placer o el poder los lleve. Lo que muchos no saben, es que, con un gusano apetitoso como anzuelo, los peces pasan a ser pescados.
Puede añadirse también como características de esta sociedad líquida, su filosofía relativista, donde la verdad ha sido sustituida por la opinión y por el pensamiento políticamente correcto, que premia la utilidad egoísta y abomina de la ética natural. Estamos inmersos en aguas donde la fuerza del poder político triunfa contra el bien común; donde la democracia es, con demasiada frecuencia, un espejismo para la manipulación de las masas; donde el amor conyugal y matrimonial ha sido sustituido –en el menos malo de los casos– por una atracción heterosexual y sentimental inestable, fácilmente sustituida por nuevos enganches afectivos, sin fuerza de fidelidad ni de perpetuidad. Tristemente, este tipo de sociedades no pueden ser prósperas, tampoco libres.
No son prósperas, porque, contrario a lo que muchos creen, el capitalismo requiere de valores que son la antítesis de la vida desordenada y despreocupada. Por ejemplo, la honestidad, el trabajo duro y el ahorro. Como señala el profesor Miguel Anxo Bastos:
«El ahorro es una virtud que precisa de disciplina interior en el sentido de ser capaces de doblegar nuestros impulsos de disfrutar placeres presentes. La virtud del ahorro requiere de previsión y cálculo hacia el futuro y, si bien se encuentra en mayor o menor medida en todos los seres humanos, necesita ser educada si se quiere conseguir una sociedad capitalista y, por tanto, disfrutar de buenos niveles de vida en todos los aspectos, esto es, en un nivel de consumo aceptable o en el disfrute de bienes tales como servicios de salud o educación. La educación de esta virtud requiere, sobre todo, configurar una cierta perspectiva respecto del tiempo, esto es, valorar más el futuro y menos el presente. Las sociedades capitalistas nacen entre poblaciones con una preferencia temporal muy baja, como ocurrió en la época victoriana en Inglaterra. Era una sociedad puritana y frugal que valoraba muy poco los placeres presentes y pensaba a largo plazo, en el porvenir».
Y tampoco son libres, porque sin amor por la verdad somos prisioneros de nuestros bajos instintos, verbigracia, vivir sin trabajar. O lo que es todavía peor, somos esclavos de políticos que nos prometen cosas gratis.
Por citar un caso, el partido Demócrata en EEUU mediante la promoción del aborto, es la agrupación política que más negros a exterminado en el último tiempo. De acuerdo con el pastor Clenard Childress, autor de la página Genocidio Negro: «El lugar más peligroso para un afroamericano es el vientre». Sostiene que hay comunidades donde por cada bebé negro que nace, tres son abortados. En una publicación de la plataforma digital The Federalist, donde hace un paralelo entre el aborto y la supremacía blanca, y, cómo el apoyo a lo primero contradice la crítica a lo segundo, se destaca que alrededor de 941 bebés negros son abortados en EEUU todos los días. Pero, a pesar de todo, un 92% de la población negra cree que los Demócratas los representa.
El economista libertario Thomas Sowell, que de paso es negro, dice que el racismo sigue vigente, pero ya no de manos de los esclavistas, sino de la cultura del gueto –barrios cerrados donde los negros no producen ni se educan, pero reciben su limosna estatal- que convirtió a la población afroamericana en mascotas de los políticos socialistas americanos.
Pero en Hispanoamérica tampoco vamos bien, por citar algunos casos, Venezuela atraviesa su peor crisis económica, en Argentina 8 millones de contribuyentes deben mantener 24 millones de dependientes del Estado, los bolivianos salimos de Evo Morales, pero seguimos en el socialismo, Chile, el país más exitoso de la región, está sufriendo furiosos ataques del Foro de Sao Paulo y, penosamente, nuestras universidades son centros de adoctrinamiento masivo.
Es quizás en momentos críticos como el actual, que el espíritu conservador se levanta, y grita a la historia: que es propio de los que tienen un alma libre y un amor a la verdad, saber nadar como los salmones: a contracorriente y hacia arriba.