Aquí Estamos
OPINIÓN | 17 Nov 2017
HUGO BALDERRAMA / 17 NOVIEMBRE.- Evo Morales lleva en el poder doce años, y tres elecciones ganadas (2005, 2009, 2014). La gran mayoría de los analistas, hablan de la gestión del presidente, de los casos de corrupción y de los escándalos de faldas; pero nadie habla del trabajo de la oposición. La actividad política de cualquier nación, giran en función, de las acciones del partido en gobierno, pero también, de las acciones de la oposición. Lamentablemente, la oposición boliviana es raquítica, incapaz de darle un desafío ideológico serio al gobierno.
¿Y cómo sería una buena oposición? Mire Ud.:
a) Se opone al sistema más que al gobierno. Muestra los fallos del socialismo y el mercantilismo, y los daños que sufren las familias en general.
b) Aborda los problemas de fondo (impuestos abusivos, inflación y pobreza). No entra en la descalificación del fulano o el mengano.
c) Es propositiva, presenta siempre una alternativa, para la mejora del nivel de vida de la gente.
d) No es demagógica, no ofrece almuerzos ni educación ni salud gratuita. A la población lo único que se garantiza es respeto por su vida, su propiedad privada y su libertad.
Habrá notado, que nadie cumple las características arriba descritas. De hecho, García Linera pregunta constantemente: ¿Dónde hay un proyecto político alternativo para el país? brillante cuestionamiento, que personajes como Tuto Quiroga o Samuel Doria Medina son incapaces de responder. Y no importa que no tengan esa capacidad, en realidad está muy bien que así sea. Su falta de un programa de gobierno, es una oportunidad para los nuevos líderes políticos. ¿Quiere saber quiénes somos?
Somos un grupo de nuevos actores políticos, que unidos por los principios del liberalismo clásico, el conservadurismo inglés, el republicanismo americano y el patriotismo jeffersoniano. Estamos estructurando una oferta política, que se sostiene en tres pilares fundamentales: Gobierno limitado, mercados libres y propiedad privada.
Nuestro plan político, es básicamente una devolución: de poderes, funciones y recursos que hoy están usurpados por el sistema socialista. Para ello tenemos una hoja de ruta conocida como las cinco reformas:
1) Reforma política: para poner al Estado en su sitio, a cargo de sus funciones propias de seguridad y justica. Y en consecuencia limitar sus recursos y poderes.
2) Reforma económica: para liberar los mercados, generar riqueza y reducir la escases. Dejar que los entes individuales, sean los mayores protagonistas de la actividad económica, con libertad de importación, exportación, fabricación y contratación. Reducir la carga impositiva, a un único impuesto universal y uniforme.
3) Reforma educativa: para poner la educación en manos de sus gestores naturales: familias, iglesias y profesores. Para las familias más pobres, otorgar un sistema de vouchers, para que las personas elijan con total libertad, el sistema educativo que más le convenga.
4) Reforma de la atención médica: análogo al caso de la educación, privatizar la salud, para ponerla en manos de los médicos, enfermeras y demás gestores naturales. Al igual que el caso de la educación, las familias pobres podrán gozar de un voucher, que permitirá que paguen su salud en centros privados.
5) Reforma de las jubilaciones: devolver al trabajador la libertad de elegir, la mejor alternativa de inversión para su futuro, sin privilegios de ninguna clase para ninguna empresa. Terminar con el engañoso sistema piramidal, que las AFPS obligadas por el Estado, prestan sus servicios en la actualidad. Eliminación por completo, de los privilegios jubilatorios, que actualmente gozan los ex empleados estatales, pero en especial los militares y policías.
Y para terminar, voy a responder la eterna pregunta: “¿En qué país se aplicó este modelo?”. Respuesta: en las naciones ricas del norte de Europa, en EEUU y de momento en la China (un país en transición). Señor García Linera: ¡Aquí estamos!
/*Hugo Balderrama es economista Master en Administración de Empresas y PhD. en Economía/
Fuente: VISOR BOLIVIA