Cine, Televisión y Política, ¿Qué hay detrás de Cámaras?
OPINIÓN | 2 Nov 2018
La idea de usar el cine y la televisión como instrumentos de propaganda comunista no se originó en EEUU, pero fui ahí, gracias al libre mercado y la tolerancia de la sociedad americana, que la izquierda pudo infiltrar sus ideas con una eficiencia jamás vista.
De hecho, los cineastas la pasaban muy mal en Europa. Por ejemplo, Pier Paolo Pasolini (1922 – 1975), quien fue expulsado del Partido Comunista Italiano por ser homosexual (que en esa época era mal visto, y hoy es un símbolo de honor), en 1969 fue encarcelado por cuatro meses, por su colaboración en la película “Rogopag”, filme que atacaba el “consumismo” y “patriotismo” de la sociedad italiana.
Las escuelas de cine califican al trabajo de Pasolini como “Neorealismo italiano”, aunque en realidad eran los primeros avances del marxismo cultural y su ataque a la moral occidental. Sus producciones son una apología al incesto, la poligamia, el sadismo y la coprofagia.
Pero, del otro lado del Atlántico, en 1909, llegaba un jovencito llamado Charlie Chaplin. Chaplin desde 1910 hasta 1912 trabajó con la compañía de teatro Karno. En 1913, fue apreciado por los famosos Mack Sennett y Roscoe Arbukle, quienes lo contrataron para su estudio Keystone. Y Chaplin agarró el camino de la fama con su personaje “El Vagabundo”. Luego firmó un contrato con la empresa Essanay, donde filmó 14 películas en las cuales denunciaba los “problemas” e “injusticias” de la sociedad americana, aunque como todo socialista jamás renunció a ninguno de sus lujos burgueses, incluso se negó a pagar los impuestos. Observe la diferencia, en Europa los cineastas socialistas son encarcelados, en EEUU cobran sueldos, obtienen ganancias, fundan compañías y tienen libertad de expandir su veneno.
Ben Shapiro es autor de “PrimeTime Propaganda”, un éxito de ventas del 2011, que cuenta como la Tv ha sido y es usada en los últimos 60 años para empujar toda la agenda de las izquierdas en todos los temas sociales y políticos de actualidad, y reescribiendo la historia para crear un nuevo país en EEUU a su imagen y semejanza: socialista. Sus grandes jefazos, desde Los Ángeles y Nueva York, envían a diario sus mensajes “progres”, a veces sutiles y otras veces abiertos y descarados, promoviendo las consignas y símbolos del marxismo, tanto clásico como cultural. Y discriminando grosera, agresiva y sistemáticamente contra todo lo que es o parece ser de derechas.
Por ejemplo, estás viendo “Los Simpsons” y de das cuenta que “Mr. Burns” es una estereotipo denigrado del empresario. “Ned Flanders” es la representación burlesca del cristiano promedio. “Rick, el tejano” es una burla a los ciudadanos tejanos, casualmente uno de los Estados más conservadores. El varón americano es tratado como violento, idiota y consumista, solo fíjese a “Bart”, “Homero” o “El Jefe Gorgori”. “Marge Simpson” es la representación en tono de burla de la mujer conservadora. ¿Y “Lisa Simpson”? Eureka, ella es inteligente porque es progresista, vegetariana, feminista y atea, Lisa tiene todas las virtudes que exige el marxismo cultural; luego dicen que no tienen mandamientos ni imposiciones.
Pero como no se puede abusar del mal sin recibir castigo, el estudio de Matt Groening se vio presionado a retirar a su personaje Apu Nahasapeemapetilon, ¿Razones? A los progres les ofende el estereotipo del Indio comerciante. La tiranía de lo políticamente correcto está empezando a eliminar a sus propios aliados, igual que cualquier otra tiranía de izquierda.
Los conservadores somos acusados de “conspiranoicos”. Pero, por ejemplo, Donald Vence, productor de la franja infantil del canal PBS, manifiesta en el libro de Shapiro que: “el objetivo es inculcar en la niñez un desprecio por todos los valores conservadores”. No señores, esto no es una conspiración. Es una agenda muy bien diseñada. Por eso, los “progres” tienen que recurrir al terror cuando pierden un espacio de poder ¿Ahora entienden por qué acusan de “racista”, “homofóbico” y “machista” a Trump? Porque necesitan presentarse como los buenos y acusarnos a nosotros de los malos.
//*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA//
Fuente: VISOR BOLIVIA
Loida J. González
noviembre 28, 2018 @ 2:58 pm
Excelente artículo!! Lo comparto.