Cine e Ideología
OPINIÓN | 22 Dic 2017
Por: Hugo Balderrama (22 diciembre).- Disfruto demasiado el cine de los 80. Películas como “Rocky”, “Rambo”, “El Castigador” y “Duro de Matar” marcaron mi infancia en esa década. Los valores familiares, el esfuerzo para alcanzar las metas, el amor a la Patria, el peligro del comunismo y la defensa de la propiedad privada eran los temas en los cuales giraban las producciones cinematográficas.
Los guiones de esas películas, eran un reflejo de los principios conservadores, que son los pilares de la sociedad americana. Figuras como Sylvester Stallone, Dolph Lundgren, Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis eran el prototipo del varón musculoso y rudo, al que todos los niños queríamos imitar.
Paradójicamente, producciones que alcanzaron éxitos de taquilla, nunca gozaron de una buena opinión por parte de la “crítica especializada”. Por ejemplo: Pedro Zusz (otrora director de la Cinemática Boliviana) se refería a Rocky como: “Películas para consumistas sin espíritu crítico que se dejan alienar por la cultura gringa”. De opiniones parecidas, eran los profesores de Cine y Producción Audiovisual de la Universidad Católica de Bolivia (en honor a la verdad: repetían como loros la crítica internacional). Despiadadamente, estos súper genios del cine, nos convirtieron a los fans en salvajes consumistas solo porque disfrutamos de las historias del boxeador italoamericano. En realidad, ellos querían hacernos ver como retrasados mentales, a todos aquellos que no disfrutamos las boberías de Ingar Bergmann y Woody Allen.
Entonces: ¿Cuáles son los parámetros para que la crítica considere que una película es buena?
Según el escritor, profesor y crítico de cine español Juan Orellana los principales festivales de cine europeo están colonizados por la ideología de género. Cualquier producción que hable de homosexualismo, transexualismo y cualquier tópico de la agenda neomarxista tiene ganados buenos puntos. El director de cine polaco Krystof Zanussi manifiesta que “muchas películas son bloqueadas en festivales internacionales, en su totalidad controlados por la izquierda radical. Así es difícil que una buena película circule por Europa. Y los premios, ya no digamos. Es todo ideología, el resultado de los festivales y premios no tiene que ver con la calidad”.
En Hollywood la cosa no es diferente. La copresentadora de “Varney & Company”, Monica Crowley apunta que “hace tiempo Hollywood ha estado dominado por una extrema izquierda muy anti capitalista y demasiado anti conservadora”. Por ejemplo: La película “Buscando a Dory” muestra de manera abierta una pareja de lésbica conduciendo un cochecito de bebé. Educate and Celebrate, una organización para programas LGTB, dice que el 53% de las películas no hablan lo suficiente de sus intereses, y que su objetivo es que el 100% de la producción televisiva sea “inclusiva” y “tolerante” (algo que ellos no son con quien piensa distinto).
Si bien Hollywood está infectado por la ideología marxista (clásica y cultural), todavía quedan esperanzas. Matt Lewis escritor en “The Daily Beast” comenta que “las películas de derecha van a salvar a Hollywood, por el simple hecho, que el público americano las prefiere. Preferencia que se refleja en los 74.49 millones de dólares que recaudaron”.
En nuestra América la cosa es muy simple: Nuestra gente compra cualquier cosa que hable mal de Estados Unidos. Fenómeno que nos indica que la derecha tiene un problema de posicionamiento. Pregunto: ¿No es hora de dejar de pelear con socialistas convencidos y pasar a ganar el terreno de las personas comunes y corrientes? Yo creo que sí. Y para eso, el cine ha demostrado ser un instrumento excelente.
/*Hugo Balderrama es economista Master en Administración de Empresas y PhD. en Economía/
Fuente: VISOR BOLIVIA