El Feminismo vs la Feminidad
OPINIÓN | 16 Mar 2018
Sí, ya sé: no soy mujer, pero este artículo trata de la defensa de la mujer como individuo, y de la defensa de la libertad. Ni hablaré yo, presentare el trabajo de tres valientes mujeres que se atreven a nadar contra la corriente: Yorbis Esparragoza, Alicia Rubio y Teresa Marinovic.
La filósofa venezolana Yorbis Esparragoza nos muestra la instrumentalización política del sexo femenino por parte de la agenda neomarxista. Presentar a la mujer como víctima es un negocio altamente rentable para ONGs, consultores y universidades estatales, que canalizan millonarias sumas para estudios de género y sexualidad. La idea es, trasladar la dialéctica marxista de la fábrica a la cama. Tarea que en países como Bolivia y su natal Venezuela es llevada a cabo por los ministerios de educación.
La escritora española Alicia Rubio, en su libro “Cuando nos prohibieron ser mujeres y los persiguieron por ser hombres”, nos muestra la obsesión que tienen los ideólogos de género con los más pequeños.
“En algunos colegios”, explica Rubio, “se ha prohibido a los niños jugar con coches por ser juguetes machistas pero, cuando a los niños les quitas los coches, juegan a hacer carreras con cajas. Pese a todas estas políticas los bebés suecos, de momento, siguen naciendo de uno u otro sexo con pertinaz insistencia”.
Con el adoctrinamiento de género, según la autora, los talleres y cursillos para luchar “contra la violencia de género” y “por la igualdad”, cargan “contra el amor romántico”. De esta manera, asegura, descubrimos en carísimos cursos financiados con nuestros impuestos que el amor romántico, fuente de arte y pasiones, de felicidad y sufrimiento de forma totalmente igualitaria y bidireccional es machista y heteropatriarcal.
En el adoctrinamiento de género a menores, Rubio recuerda que, en España, «hay leyes que obligan directamente a cursillos de aceptación plena de la diversidad sexual y de las relaciones homosexuales, que se están promulgando en muchas escuelas del sistema público con el argumento de evitar la discriminación de las personas LGBTI. El problema no es la aceptación de las personas, que es incuestionable, sino la aceptación de comportamientos y la promoción de ese tipo de sexualidad. Por ello, en este caso, la magnificación de los casos de acoso homofóbico es sólo una estrategia para que a todos nos parezca bien lo que ya está decretado”.
Teresa Marinovic, una preciosa madre de nueve hijos y filosofa derechista, nos explica los peligros que corren las libertades individuales con toda la agenda LGTBI. Para Marinovic: Sacar a los gobiernos de las discusiones sobre matrimonio, homosexualidad y religión es la única garantía de mantener las libertades. Según Marinovic: “La mujer no necesita leyes especiales ni cuotas de género, para alcanzar el éxito”. Pero esta brillante dama, no se detiene ahí. Sus críticas también apuntan a la pasividad de la derecha y la falta de un proyecto político serio.
Esparragoza, Rubio y Marinovic nos muestran que las mujeres para progresar necesitan lo mismo que los varones: gobiernos limitados, propiedad privada y mercados libres.
El marxismo cultural ha degradado la mentalidad de millones de personas, deteniendo el desarrollo intelectual y fomentando un tipo de superficialidad que sustituye el razonamiento serio por la verborrea sentimental.
/*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA/
Fuente: VISOR BOLIVIA