La distorsión semántica como arma de control político
La guerra que los socialistas tienen contra la civilización occidental es de vieja data. Por ejemplo, los tres grandes manifiestos de la izquierda: a) El comunista de 1848, b) La declaración de Seneca Falls o la Declaración de los sentimientos también de 1848 – considerado por muchos el primer documento feminista – y c) El manifiesto surrealista de 1924 son ataques directos contra tres instituciones de la sociedad occidental: el capitalismo, la familia y la iglesia.
El manifiesto comunista plantea 10 medidas que, tristemente, se vienen aplicando en casi todos los países del mundo desde hace por lo menos 100 años, y que son las causantes de miseria y grandes inflaciones como en Argentina, Zimbawe y Venezuela. Entre ellas, redistribución de la riqueza mediante impuesto progresivos, o el control estatal del dinero y el crédito.
En 1848, en el pueblo de Seneca Falls del Estado de Nueva York, Lucretia Mont y Elizabeth Cady Stanton organizaron una convención cuyo objetivo era la liberación de la mujer de las opresiones machistas y la lucha por el derecho al voto femenino. Estas aparentes buenas intenciones tenían como verdadero objetivo debilitar la familia – institución social más importante de los EE.UU. – y trasladar la lucha de clases a una guerra de sexos.
No es casualidad que la feminista y marxista Mabel Belluci haya escrito lo siguiente: “La Declaración de los Sentimientos y el Manifiesto Comunista simbolizaron en el mundo de las ideas a nuevos sujetos nacidos al fragor de las luchas sociales inscriptas en las coordenadas del capitalismo de Occidente en el siglo XIX: mujeres y trabajadores fabriles” ( (Bellucci, 2016).
Por su parte, El Manifiesto Surrealista del francés André Betron se podría resumir en la siguiente frase: “El Surrealismo es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, de lo ajeno a toda preocupación estética o moral”. Años antes, en 1916, Hugo Ball creaba el Dadaísmo – un primo hermano del surrealismo – cuya finalidad era dar a entender que todos los valores morales y estéticos habían perdido su razón de ser. El filósofo ingles Roger Scruton los califica como “enemigos de la belleza”
Pero el arte no es el único método que los socialistas usan para atacar la razón y el pensamiento, en su batalla psico-política la izquierda no ha escatimado recursos para manosear el lenguaje. Estos maestros de la distorsión semántica han cambiado el significado de las palabras o bien para que pierdan su significado y relativizar su impacto, o para ser usadas como arma de ataque, cual dardos venenosos, ante cualquier critico de sus ideas.
Por ejemplo, llamar “Dictador Genocida” a Augusto Pinochet tiene por objetivo satanizar al general por el solo hecho de haber hecho cumplir la constitución chilena en 1973, y al mismo tiempo lavar la cara de Salvador Allende quien, realmente, había usurpado el poder, y estaba llevando a Chile por el camino de Cuba. O cuando los lobbies LGTBI acusan de “homofobia” a cualquier que se oponga a la ideología de género, están poniendo en práctica “El dialogo revolucionario” – concepto desarrollado por el marxista brasileño Paulo Freire – que consiste en forzar al oponente a usar los términos según lo que los totalitarios quieren que signifique.
Y si no es la “homofobia” de lo que se acusa, “discriminación” es la otra muletilla usada para señalar de “malos”, “crueles” e “intolerantes” a los grupos conservadores como el movimiento Con mis hijos no te metas o Salvemos las dos vidas.
Paradójicamente, los mismos lobbies pretenden legalizar el homicidio en vientre materno y quieren que el “cambio de sexo” – una fantasía que existe solo en la mente de las personas que sufren este problema mental – sea un derecho a ser solventado por los impuestos de todos.
Para terminar, debemos comprender que estamos en medio de una batalla cultural, y que las medias tintas no sirven, porque ahí donde la cultura se pudre también se pierde la libertad.
Néstor Acosta
septiembre 8, 2019 @ 2:40 pm
Si no somos sinceros en nuestra decisiones y compromisos,nunca podremos crecer ni intelectual ni materialmente,,y todo se convertirá en fracasos .!