El ataque feminista a Bolivia
El feminismo llegó a Bolivia y, penosamente, se va a quedar. Pues tienen un buen financiamiento.
Por ejemplo, La Global Alliance for Green and Gender Action destinó $77111 a la ONG Fondo de Mujeres Bolivia para impulsar proyectos. Aunque la institución también cuenta con otros financiadores, como lo podemos ver en el cuadro siguiente:
Por su parte, la organización Casa de la Mujer Bolivia recibe el apoyo internacional de Diakonia de Suecia ¿Cuál es el objetivo de ese apoyo? Pues luchar contra la violencia patriarcal y promover los derechos reproductivos de las mujeres (un eufemismo para legalizar el aborto).
Pero la imposición de la agenda feminista en Bolivia, también cuenta con el apoyo de otros países de Europa. Verbigracia, la Agencia técnica de cooperación de España (AECID). Organismo que es el principal impulsor de la agenda de género en el país desde el año 2010.
Como la agenda del género está ligada al aborto, AECID trabaja ésta área con diferentes programas como: El foro Artivismo #SinRiesgo: por el derecho de las mujeres a decidir.
Bajo ese paraguas, y apoyados por artistas feministas como: Verónica Pérez, la rapera Imilla MC y Carolina Echevarría, AECID ingresa a los colegios a promocionar el aborto «seguro» y «gratuito».
Por otro lado, el año 2017, AECID apoyó con 480000 euros al programa Educación transformadora en América Latina, que en Bolivia benefició a los municipios de La Paz y El Alto, en el departamento de La Paz; Trinidad, San Andrés, Guayaramerín y Magdalena en Beni; Potosí en la región homónima; Sucre, en Chuquisaca; y Cercado y Quillacollo, en la región de Cochabamba.
En palabras de Jordi Borlan, encargado de AECID en Bolivia: «Abordar la prevención de la violencia nos pareció muy adecuado porque la violencia escolar está creciendo y también la violencia en general, sobre todo la de género» (Agencia EFE, 2017).
Vean la contradicción, cuando una empresaria boliviana quiere exportar productos a Europa -con ello prosperar y mantener a su familia- se encuentra con una pila de regulaciones, impuestos y trabas burocráticas. Pero si quiere matar a su hijo en el vientre materno, esos mismos gobiernos europeos le brindan todo el apoyo. No sé como lo quieran llamar ustedes, pero eso es una nueva forma de colonialismo.
Ahora bien ¿La sociedad boliviana trata tan mal a las mujeres como para requerir el apoyo de organizaciones como las arriba nombradas?
No. Y veamos los porqués
En Bolivia las mujeres pueden votar desde 1947 (aunque con el tamiz de haber concluido la primaria).
Los varones bolivianos están obligados a prestar el «servicio» militar. Pero las mujeres no.
La Ley general del trabajo en Bolivia establece que la jornada laboral para los varones es de 48 horas semanas y 40 horas para las mujeres. Pero el salario es el mismo. Ergo, las damas tienen mayor remuneración.
Finalmente, la ley 348 (contra la violencia de género) elimina por completo la presunción de inocencia en los varones. Con lo cual, la igualdad ante la ley pasó a ocupar un lugar en el baño de los juzgados.
Como vemos, las mujeres bolivianas gozan de los mismos derechos, incluso más, que cualquier varón. Por ende, la agenda feminista carece de todo sentido en el país. Pero si tiene un objetivo geopolítico: eliminar la pobreza matando a los pobres antes de que nazcan (misma meta que se pretende imponer en toda la región).
Si el socialismo es cáncer, el feminismo es metástasis.