Pobre Argentina, tendrán que llorar por ella
El pasado 11 de Agosto se celebraron elecciones primarias en Argentina, resultando como ganador Alberto Fernandez, representante de la izquierda dura y el Foro de Sao Paulo. Mauricio Macri quedó segundo, resultado lógico de su nula capacidad política para enfrentar las consecuencias del socialismo implantado por los esposos Kirchner.
En su libro La Argentina devorada, José Luis Espert explica que las grandes crisis argentinas son el resultado de la asociación entre empresarios prebendarios, sindicalistas y políticos.
Los primeros compiten por algún subsidio o una ley especial que les otorgue un monopolio. Los segundos por menos horas de trabajo y más “beneficios”. Y los terceros por más poder.
El detalle radica que esa alianza, con esos intereses tan oscuros, genera tres grandes problemas. Primero, un Estado deficitario e ineficiente. Segundo, escases de bienes y servicios. Tercero, inflación que arrastra para abajo las finanzas de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Mauricio Ríos García, economista y experto en inversiones, explica que el gobierno de Cambiemos, en realidad, cambio muy poco respecto a los gobiernos Fernández- Kirchner. En su artículo Cuidado con repetir el craso error cambiario de Macri muestra que “la Argentina colocó casi $60 mil millones de deuda, fue el país que más deuda colocó de todos los países emergentes, el doble que Arabia Saudita ($30.000), el triple que Indonesia ($20.049) o México ($19.907), y cuatro veces más que Rusia ($14.055)”.
La medida hubiera sido justificada si, por ejemplo, se pasaba a un modelo de mercados libres, pero no fue así, todos esos fondos se usaron para financiar la obesidad estatal, la vieja maña de tapar un hoyo pequeño con uno más grande.
El 17 de Septiembre del 2018, Alberto Benegas Lynch en una entrevista con el periodista Eduardo Feinmann manifestó que el “gobierno de Macri debería dolarizar, frenar el gasto y cerrar el déficit para frenar la inflación. Además de realizar una reingeniería del sistema jubilatorio como mecanismo de asegurar la vejez de los trabajadores”.
Ivan Carrino, analista económico y consultor, en una entrevista el 08 de Agosto del 2019 con el canal Agrosito explicó que “Argentina gasta 11 puntos sobre el PBI, de lo que gasta toda la región. De esta manera, los argentinos presencian una de las presiones tributarias más altas. Un gobierno que se caracteriza por la mala praxis y la mala suerte, y un país que no tiene señales de crecer si no existe un ajuste fiscal serio”.
Como podemos observar, el Estado es el gran causante de las crisis en la República Argentina, y el retorno de la izquierda solo será el camino rápido a la quiebra institucional, la inflación y la extrema pobreza.
Pobre Argentina, tendrán que llorar por ella. Pero ¿Qué le espera a Bolivia?
Lamentablemente, nuestras fuerzas opositoras perdieron el tiempo jugando en el terreno del gobierno, y debatiendo los temas que el socialismo le convienen, pero no los que realmente importan. Por ejemplo, las plataformas y partidos políticos llevan tres años peleando el 21F, pero no cayeron en cuenta, que en ese periodo el gobierno se llevó por delante las jubilaciones y el sistema financiero.
Sin una fuerza política de derecha que sea conservadora en lo cultural, nacionalista, mas no estatista, y liberal en lo económico el camino será el mismo que recorrieron Cuba, Venezuela y Argentina.